Noticias sobre periodismo, nuevas tecnologías de la comunicación y su impacto en el Periodismo. Y otras cosas que me llaman la atención.
viernes, febrero 24, 2006
Tapa de Barcelona
La gente de la revista Barcelona siempre tensa la cuerda. ¿Se puede hacer humor sobre cualquier tema? Desde afuera, me parece que sí. Claro que nunca escribí humor ni fui humorista gráfico.
Mi respuesta es sí. Por muchas razones. El humor sirve para decir lo que de otra forma no se puede. Ameniza y da también a la reflexión. Hasta es un cable a tierra de la violencia humana. Es catarsis. Es crítica. Y es un placer. A mí entender, el humor no tiene límites, y menos morales. Es el estado máximo de libertad. Después, siempre habrá estilo gratos y otros lamentables, pero eso es otro tema. Saludos.
Daniel: Estoy de acuerdo. Mi duda también apunta a cómo será enfrentarse con ese dilema en el laburo. Y las barreras que aún hoy existen. ¿Acaso viste algún humorista gráfico hacer humor sobre los desaparecidos? ¿O sobre el Holocausto? A priori, uno tiende a decir que no hay límite para el humor, pero claro, uno vive en estado de sociedad. Lo que no es poca cosa a la hora de decir o de callar algo. Abrazo Diego
Bueno, lo que decís también es cierto, pero va por otro carril. Por los editores, por los límites editoriales de las publicaciones. No por los humoristas. Chistes sobre el holocausto y sobre los desaparecidos existen. Los hay de un tenor horrible que ni gracia producen, pero también otros con una vuelta inteligente. Recuerdo haber escuchado hablar de este tema a Ernestina Pais, que tiene el padre desaparecido. La diferencia que marcás radica en quién se anima a publicar ciertas cosas. Barcelona se atreve a temas que otros no. Es sólo línea editorial. Las barreras, en un punto, son las mismas que para publicar otras cosas. Creo que quizás el humor puede llegar a quebrar esas barreras con más facilidad/efectividad que el periodismo, por caso. Abrazo.
Langer hizo unos chistes con los desaparecidos. La cosa no es hacer humor con cualquier cosa, la cosa es saber hacer humor sin caer en la estupidez (por decirlo de alguna manera, no se me ocurre otra palabra) cosa que no es nada facil y la mayoria de las veces es mal interpretada
Ubicación: Capital Federal, Buenos Aires, Argentina
Soy Licenciado en Comunicación Social (Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino, Tucumán). De 1996 a 2000, trabajé en el diario El Siglo; luego pasé a La Gaceta hasta 2003. A finales de ese año, gané la Beca Clarín Para Jóvenes Profesionales. Desde ese entonces, vivo en Buenos Aires. En 2005, cursé la Maestría en Periodismo de Clarín y la Universidad de San Andrés. En 2008, recibí la beca Programa Balboa para Jóvenes Periodistas Iberoamericanos, que se realiza en Madrid. Actualmente, escribo para Clarín (Espectáculos, Viajes y revista Viva), La Gaceta y El Cronista, entre otros medios.
4 Comments:
Mi respuesta es sí. Por muchas razones. El humor sirve para decir lo que de otra forma no se puede. Ameniza y da también a la reflexión. Hasta es un cable a tierra de la violencia humana. Es catarsis. Es crítica. Y es un placer. A mí entender, el humor no tiene límites, y menos morales. Es el estado máximo de libertad. Después, siempre habrá estilo gratos y otros lamentables, pero eso es otro tema. Saludos.
Daniel: Estoy de acuerdo. Mi duda también apunta a cómo será enfrentarse con ese dilema en el laburo. Y las barreras que aún hoy existen. ¿Acaso viste algún humorista gráfico hacer humor sobre los desaparecidos? ¿O sobre el Holocausto? A priori, uno tiende a decir que no hay límite para el humor, pero claro, uno vive en estado de sociedad. Lo que no es poca cosa a la hora de decir o de callar algo.
Abrazo
Diego
Bueno, lo que decís también es cierto, pero va por otro carril. Por los editores, por los límites editoriales de las publicaciones. No por los humoristas. Chistes sobre el holocausto y sobre los desaparecidos existen. Los hay de un tenor horrible que ni gracia producen, pero también otros con una vuelta inteligente. Recuerdo haber escuchado hablar de este tema a Ernestina Pais, que tiene el padre desaparecido. La diferencia que marcás radica en quién se anima a publicar ciertas cosas. Barcelona se atreve a temas que otros no. Es sólo línea editorial. Las barreras, en un punto, son las mismas que para publicar otras cosas. Creo que quizás el humor puede llegar a quebrar esas barreras con más facilidad/efectividad que el periodismo, por caso.
Abrazo.
Langer hizo unos chistes con los desaparecidos. La cosa no es hacer humor con cualquier cosa, la cosa es saber hacer humor sin caer en la estupidez (por decirlo de alguna manera, no se me ocurre otra palabra) cosa que no es nada facil y la mayoria de las veces es mal interpretada
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