Pedro Aznar y David Lebón tocaron juntos el fin de semana pasado y este último en el ND Ateneo. El show estuvo lejos de ser un encuentro nostálgico; fue el concierto de dos tipos vigentes. Fue la oportunidad para que Lebón deje su guitarra al mango y trabaje con las voces, algo que Aznar venía haciendo. Fue la oportunidad también para volver a escuchar esas canciones bellísimas, que hacen pensar sobre qué hace que una canción sea eterna y otra descartable.
(Gracias a Fernanda y al otro usuario anónimo por el comentario. Posteo nuevamente este texto porque se borró por error)
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