jueves, noviembre 19, 2009

El fútbol y el amor


Una docente me contó que un alumno de nueve años le pidió una cumbre. Le quería contar que estaba muy enamorado y que no podía dejar de pensar en ella. Ni un minuto. La seño le preguntó si nunca nunca podía dejar de pensa en ella. Y el tipo dijo: "Sí, sólo dejo de pensar en ella cuando estoy jugando a la pelota".

No sólo es una linda historia. Además, después de pensar un rato, me di cuenta de la importancia tiene el fútbol en la vida de ese pibe. El fútbol es una de las cosas -de los aspectos medulares- que hacen que la amistad entre hombres no sea igual que la amistad entre mujeres. No dije ni mejor ni peor: tiene diferentes códigos.

En un grupo, cualquiera sea, armar un fóbal es un signo de socialización, de que el grupo va más o menos bien. "Che, un día de estos podríamos armar un partido", surge, siempre, como una alternativa inevitable. Esa es la diferencia: nosotros nos juntamos a jugar. Ellas juegan menos. Nosotros tenemos una hora por semana para no pensar en ellas. Ni en nada.

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3 Comments:

Anonymous Maby Romero said...

ja, me encantó. Una amiga que preparaba su casamiento se quejaba de su novio que invitaba amigos que ,según ella no lo eran tanto, a lo que él respondía "pero si jugamos a la palota una vez..."

10:10 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

si fuera facebook, pondría un simple, me gusta.
Históricamente se les ha exigido a los hombres el ejercicio exclusivo del acto de pensar (parece que en los tiempos actuales las mujeres “si quieren” también pueden ejercitarse) esto de la hora del no pensar y el fútbol seria una estrategia de la psique masculina por demás adaptativa?

9:23 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Lo del no pensar es algo secundario, creo. Lo de la sociabilización en torno al juego me parece más interesante. O al menos más diferenciador de la amistad entre hombres y mujeres. Saludos
Diego

1:08 p.m.  

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