viernes, noviembre 05, 2010

Las alas del deseo

Cuando el niño era niño
andaba con los brazos colgando,
quería que el arroyo fuera un río,
que el río fuera un torrente
y que este charco fuera el mar.
Cuando el niño era niño
no sabía que era niño
para él todo estaba animado,
y todas las almas eran una.
Cuando el niño era niño
no tenía opinión sobre nada,
no tenía ninguna costumbre
se sentaba en cuclillas,
tenía un remolino en el cabello
y no ponía caras cuando lo fotografiaban.

Cuando el niño era niño
era el tiempo de preguntas como:
¿Por qué estoy aquí?
¿Por qué no allí?
¿Cuando empezó el tiempo y dónde termina el espacio?
¿Acaso la vida bajo el sol no es sólo un sueño?
Lo que veo oigo y huelo,
¿no es sólo la apariencia de un mundo ante el mundo?
¿Existe de verdad el mal
y gente que en verdad son los malos?
¿Cómo puede ser que yo, el que yo soy,
no fuera antes de devenir; y que un día yo,
el que yo soy, no seré más ese que soy?

Peter Handke

Dedicado a mi sobrino Lucio, con quien fui a pasear a la plaza Irigoyen de Tucumán.

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1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Esa última pregunta creo que yo no me la hice. No era tan lucida para entonces, bueno ahora tampoco. ja

Está lindo el texto y esa imagen de los dos. tío y sobrino.
j

4:21 p.m.  

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