lunes, agosto 14, 2006

De Paco Umbral en La belleza convulsa

Aquí van algunos fragmentos del libro La belleza convulsa, de Paco Umbral.

-Perdone, señor Umbral, pero le voy a hacer una foto. He llegado al "usted". El "usted" es un triste privilegio en este tiempo de tuteo.

...luego me he duchado muy despacio, como siempre, despegándome el cuerpo de mi cuerpo. Lo que hay que dejar que se lleve el agua no es la suciedad que uno no tiene, naturalmente, sino el cuerpo de la noche, en cuyo hueco nos situará el día un cuerpo nuevo.

Cristo es un sentimiento con vetas de dureza, y por eso lleva veinte siglos funcionando.

Todo -hasta el genio- es cuestión de insistencia.

Toda vida se mueve, aunque no lo sepa, entre dos polos. El amor y el trabajo, el sexo y el dinero, el pasado y el futuro. Las vidas no giran alrededor de una obsesión, sino de dos.

Hay como una mano que, a días, pone desorden en nuestra vida. Hoy ha salido uno de esos días en que la mano lívida del alba parece haberle desordenado a uno la vida, o ese modesto sistema de pesas y medidas interiores al que, ya o todavía, llamamos vida.

La vida no nos deja nada, salvo una experiencia que sólo es aplicable a nosotros mismos, y unas cuantas instantáneas de lluvia o sexo.

Uno se mete en la cama, a veces, a media tarde, para morir, aunque sepa que luego va a despertar.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Enjoyed a lot! »

7:46 p.m.  

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