miércoles, abril 23, 2008

Oficios

Me sorprende -y me gusta- encontrarme con gente que tiene trabajos que no se parecen en nada al mío. En las últimas semanas, de casualidad, conocí a un portugués que es trader (agente de bolsa). Y a una chica del País Vasco, que es ingeniera aeronáutica y está haciendo carrera para ser controladora de vuelo.

Uno juega con la guita de los otros como si fuesen papeles del Estanciero. Y siente vértigo por su laburo. Y puede ganar 100 mil euros en un día o perder otros tantos en otro. Y le gusta.

La chica en cuestión dice que le interesa más lo que pasa en el cielo que en la tierra. Y que trabaja pocas horas. Y que gana mucho más que la media de su edad. Y que gasta esa guita viajando. Este fin de semana, por ejemplo, se va a Barcelona a ver la Fórmula 1.

No sé por qué me sorprenden tanto esos laburos. No es por el dinero. Será porque no tienen nada que ver conmigo. Será porque en mi vida no hice otra cosa que lo que hago ahora. Y, quizás, porque nací en una provincia en la que es difícil toparse con un controlador de vuelo o con un agente de bolsa.

4 Comments:

Blogger Julio said...

Puede que sea un poco de las dos. Pero es cierto: uno se entera de muchas cosas cuando agarra por la ruta 38 o la 9. Ni hablar si pasa por Ezeiza.

10:03 a.m.  
Anonymous Anónimo said...

Bueno, no tan raros, pero encuentro gente que trabaja en cosas raras para mí todos los días (trabajo relevando objetos históricos) y me cuentan cada cosa!
está muy bueno.

7:44 p.m.  
Blogger Pedro Paso said...

Lindo post.
Saludos

12:40 p.m.  
Blogger A said...

muy buena tu obesrvación.
Hay muchisimos trabajos que uno ni se imaginan como es su jornada laboral. la otra vez alguien me dijo que era: entomólogo...te poddes imaginar un dia de un entomólogo?juaa

5:43 p.m.  

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