domingo, marzo 15, 2009

Hoy es domingo consumilo con esmero


Estoy aprendiendo a disfrutar de los domingos. Nada de levantarse temprano. Nada de hacer cosas que no den placer. Nada de arreglar la casa ni esas cosas de viejo choto. Así que me dispongo a salir, de cara al sol, a boludear por ahí. Antes, busco una canción que hable del domingo, pero que hable bien, porque es un día con mala prensa. Encontré ésta. Me gustó. Se llama Domingos de Buenos Aires, es Eladia Blázquez y está en Buenos Aires y yo, un disco que grabó en 1970.



Hoy es domingo, por lo tanto no trabajo,
no habrá corridas para arriba, para abajo,
no voy a entrar en la vorágine maldita
de sentirme una hormiguita pisoteada con desdén.

Hoy es domingo consumilo con esmero,
es tuyo entero por que Dios lo ha decretado,
la problemática la guardo en el cuaderno.
la semana es un infierno, el domingo es un edén.

Voy a regar el rosal, el jazmín,
a corretear con el pibe en el jardín,
a solazarme vestido de sport,
la hamaca en el porch
leyendo Clarín...
después la pasta y la siesta feroz
sin teléfono, sin ruidos,
al levantarme la radio,
el mate, el estadio
y a grita el gol.

Hoy es domingo, por lo tanto no hay despacho,
con la semana basta para mandarte al tacho,
para llenarte de carbónico los dedos
y pensar del jefecito lo que él se imagina bien,
para viajar como sardina, pero vivo,
porque el rodado no te sirve, es un castigo,
y no encontrás nunca un lugar donde ponerlo.
la semana es un infierno, el domingo es un edén.
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