jueves, abril 30, 2009

Obediente

Todos los miércoles, desde hace casi tres años, me junto con amigos a jugar al fútbol. Después del partido, vamos a comer a un bolichón de la calle Brasil. A mí me encanta. Me parece un gran plan. Y muchas veces me encontré esperando que sea miércoles.

Anoche, todo el mundo tenía algo que hacer. Algunos alegaron un compromiso al otro día, temprano a la mañana; otros dijeron simplemente que no podían. Y otros se fueron nomás. Una pena, ¿no?

El problema no son ellos. El problema soy yo. Quizás tenga el síndrome de Peter Pan y quiera juntarme siempre con mis amiguitos cuando no siempre se puede. O quizás tengo pocos compromisos pa tener 31 años. O quizás sea demasiado exigente -algunos hasta usaron la palabra talibán- con los amigos.

Pensé con qué canción ilustrar este post. Pensé, claro está, en una que hable de aquel que hace otra cosa, distinta, a la que habitualmente está acostumbrado. Y que, pese a ese cambio, está feliz, disfrutando de su vida. El gato en cuestión se llama El obediente y es de Pepe Núñez.

Ya no quiere mi prenda
que tome vino
ni que mire las uvas
ni los racimos

Que ni siquiera amague
pa`lao la farra

crecé pronto parrita
escondé mi jarra

Pobrecita la noche
sin mi desvelo
que será de aquel mozo
se dirá el cielo

Será que me emborracho
de otra manera

bebiendo besos de ella
no extraño afuera

Escuchar versión de Silvia Iriondo

Etiquetas:

4 Comments:

Blogger Ramiro said...

Nop, a mi me pasaba lo mismo cumpa. Abrazo.

5:04 p.m.  
Blogger Juanjo Domínguez said...

No pude haberme sentido más identificado con este post. Me encantó. Un abrazo. (El estrago juega fuerte, muy fuerte en estos días, vieja).

9:26 p.m.  
Anonymous diego said...

Súmese a los miercoles de churrasco, ahora en etapa casera. http://dechurrasco.com.ar/

11:22 a.m.  
Anonymous Anónimo said...

Maestro... genial lo tuyo, te mando un abrazo grande y que sigan las juntadas con los amigos
te dejo un abrazo grande y un fragmento de Hamlet Lima Quintana
espero te guste...
(...)que no te falte tiempo para comer con los amigos,
partir el pan, reconocerse en las miradas,
deseo que la tarde se convierta en música
y la mesa en un largo sonido de campanas;
que no te abrume el tedio, la espuma más amarga
que corroe la arteria principal de la vida,
que alivie tu mirada una sonrisa entera de alegre pensamiento
mientras tu pulso en ritmo te provea de canas;
que nada te desvíe, que nada te disturbe,
que siempre tengas algo de hoy para mañana
y que lo que sepas dar para cortar la leña,
para encender el fuego, para regar la tierra,
para ganar la lucha, para que tengas paz,
que es la grave tarea que me he impuesto esta noche,
hermano mío." Hamlet Lima Quintana

Las palabras de este inolvidable poeta bonaerense nos recuerdan las pequeñas grandes cosas que las personas suelen olvidar en medio del fragor del trabajo y los compromisos.
Creemos que en este mundo cargado de egoísmo y luchas por el poder, cada vez son más valorables aquellos pequeños gestos o guiños que la vida nos otorga, aquellos instantes que tienen de protagonista a la felicidad.

7:42 p.m.  

Publicar un comentario

<< Home

Google
WWW YOUR DOMAIN NAME