Ellos y nosotros

Ayer fui a cubrir el partido Estudiantes-Atlético. Como soy periodista de gráfica, me dan una platea y no una cabina de transmisión, reservadas para los colegas de televisión y radio. Cuando se largó una lluvia furiosa, pedí permiso a los muchachos de LV7 para ver el partido desde su lugar.

Entonces, escuché el relato en vivo. Aunque es una obviedad que uno estudia en la facultad, ahí vi claramente la diferencia de los soportes y de cómo éstos condicionan la forma de laburar.

Ellos necesitaban de un soporte técnico: una consola, un celular, dos micrófonos, un par de cables y un enchufe. Yo tenía una lapicera y un anotador. Ellos trabajan con la palabra dicha. Yo con la escrita, con el apunte de lo que pasó, de una jugada que -creo- vale la pena destacar y que recién luego contaré. Ellos no pueden trabajar en silencio. Yo sí. Ellos tienen la necesidad de animar el partido, aun cuando no sea algo interesante. Yo tengo la necesidad, también, de hacer una crónica interesante, aun cuando el partido sea un embole.

Hacer un buen relato de un partido es algo difícil. Escribir una buena crónica también.

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