Escualo

No sé por qué me fascinan tanto las historias detrás de las obras musicales. Saber el germen de una idea, una pequeña historia en torno a sus letras y sus músicas. Alguna vez, viajé a La Poma para que Eulogia Tapia me cuente cómo el Cuchi y Castilla la conocieron y luego hicieron esa preciosa zamba. Anoche, fui a escuchar a Pipi Piazzolla. Contó que alguna vez, su abuelo estaba de gira por Europa. Eran las dos de la mañana y, claro, todos dormían en el hotel. El violinista Fernando Suárez Paz se asustó mucho cuando tocaron la puerta de su habitación. Era Piazzolla, descalzo, en calzoncillos -"encima el viejo usaba slip", agregó Pipi- y agitando unas partituras. "Estudiate esto que lo tocamos mañana". Era "Escualo", una belleza inspirada en su pasión por los tiburones.

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