Escribime, coño
Escribíme, coño, y perdoná el tono, pero con qué ganas te bajaría el slip (¿rosa o verde?) para darte una paliza de esas que dicen te quiero a cada chicotazo.
Carta de Cortázar a la Pizarnik. Siempre me gustaron sus cartas. Y esa relación que tenían.
Etiquetas: literatura