Cinco postales del picadito madrileño
2) En el fútbol de los miércoles, en Buenos Aires, el puesto de arquero es rotativo. Si te hacen un gol, salís y entra otro. Acá, la rotación se da cuando te hacen o cuando tu equipo hace un gol. Raro, ¿no?
3) El huevo huevo huevo siempre es bienvenido. Enoja mucho que uno intente salir jugando en el área chica y gusta mucho cuando alguien revienta la pelota en una situación de peligro.
4) La situación del primer partido con un grupo nuevo es parecida a una entrevista de trabajo o a la cena con los padres de la novia. Uno se siente examinado y tiene que hacerlo más o menos bien para que haya una nueva convocatoria. Por suerte me invitaron para este jueves. Encima, si uno es argentino y en lugar de llevar una camiseta de Boca o de River lleva la de los Deca, tiene que explicar que es un club de la tercera, que uno no es hincha de ninguno de los de primera y así.
5) Como dijo un amigo porteño, "tener un plan es una gran cosa". Y creo que sumé uno: fóbal los jueves a las 20 en el barrio de Argüelles.
Etiquetas: De viaje
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