La hermosa San Sebastián

San Sebastián me pareció, quizás junto a Granada, la ciudad más linda que conocí desde que estoy en España. Tiene una belleza de mar y montañas, de entorno, de caminar, de sentarse a pensar en nada. Una belleza de no pagar para verla.

Aunque pienso volver, si no lo hiciese, recordaría la vista que aparece en esta foto. Recordaría que llevaba las bermudas arremangadas en el borde del mar. Y que el agua me mojaba los tobillos. Y que me gustaba estar así, solo, con los ojos cerrados, de pie, quieto, en silencio y con el ronroneo del mar de fondo.

Sentir la brisa revolviendo mi pelo ya caótico -quizás el pelo es una de las cosas de mi vida que no puedo manejar- y el agua fría en los tobillos fue el gran momento del viaje. Como todo gran momento, dura un ratito nomas. El momento Kodak que le dicen.

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