El Chavo y Personal

Cada vez que regreso a Tucumán, me sorprende la cantidad de bares que se abren y se cierran. Es un movimiento constante. También las zonas cambian. Antes la top era la del ex mercado, antes Yerba Buena, antes el Centro y así...

Esta vez, algo me llamo la atención. Cerraron el bar El Chavo, que quedaba en El Bajo. Fui sólo una vez porque con un amigo teníamos un plan que consistía en "hacer circular la angustia" por los peores bares de la ciudad. Era un reducto de putas, intelectuales, viajeros que pasaban por la terminal y campesinos que llegaban a quemar su jornal en putas.

Hoy en día, en esa misma esquina, hay un local de Personal, de esos que son iguales desde Jujuy a Tierra del Fuego. Pensé un rato largo. Pensé en el libro del Turco Nofal y en su relato maravilloso sobre ese bar. Pensé en que antes la gente se juntaba ahí para charlar, para tomar, para debatir ideas o para sentirse solo después de ir a una puta. Ahora, la gente llega ahí a comprar celulares. Para acercar al que esta lejos. Y para alejar al que esta cerca.

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