Tan buena gente...

El fin de semana, viajé para cubrir un partido de fútbol. Jugaban Atlético Tucumán contra Independiente Rivadavia. Hace unos años, mi hermano Andrés jugó en ese club mendocino. Por casualidad, alguien le dijo a un empleado del club que yo soy su hermano. El tipo, que levanta el cartel de los cambios entre otras cosas, se me acercó y me dijo: "Acá lo recordamos con mucho cariño a Andrés. Tu hermano es tan buena gente..."

Yo sé que en el mundo deportivo los éxitos se miden en campeonatos ganados y en millones de dólares en la cuenta. Pero para mí, como hermano, escuchar eso me hizo tan feliz y me puso tan orgulloso. Fue como estar ahí, viéndolo volar elegante para atajar un penal, en el último minuto de una final. Y el tipo, claro, no se equivocaba. Mi hermano es tan buena gente...

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