El fin de semana estuve en
Capitán Sarmiento, donde se realiza desde hace 19 años el Festival Nacional de Artesanos Cahuané. Aquí van algunas cosas que vi.
1) Se confirmó
lo que dije en Baradero. Hay una necesidad de ser el primero en algo, de diferenciarse como pueblo. Capitán Sarmiento se define como "la cuna de la bandera bonaerense". Los pibes que la crearon son de ahí. Ninguno vive ya en el pueblo, que tiene 54 mil hectáreas y 12 mil habitantes.
2) Nos recibió el intendente Francisco José Alvarez. Tío de 120 kilos, con despacho con cuadros de Evita, Solá, Kirchner y Cristina. No había fotos de su familia. Ah, y uno grande del Papa. Se definió como un "animal político".
3) Al frente del municipio, hay una iglesia. La iglesia del Pilar. No tiene ningún encanto. Sólo que vi un casamiento. Ella era rodado anchísimo y estaba feliz. El era muy flaco. Es el novio más triste que vi en mi vida. Ese chico estaba entregado. Pensé durante todo el viaje cómo llegó a esa situación, por qué se casa si no quiere, quién lo obligó a hacerlo y cómo habrá sido su noche de bodas.
4) Mucha gente te saluda tocando el ala del sombrero. Me encanta. Quiero tener sombrero con ala. Y quiero saludar así.
5) Lo de la bicicleta sin atar en el pueblo es cierto. Hay muchas en la vereda; están tiradas o apoyadas en el cordón.
6) Conocí a Horacio Arostegui, un artesano del lugar. Tiene en su casa un pequeño museo, con un poncho de Evita, fonolas, cosas de pulpería, monedas de 1820, lanzas y muchos etc. Uno de los visitantes le dijo: "¿No pensó en vender las cosas? En San Telmo le pagarían una fortuna". El tipo dijo: "No, señor, estas cosas tienen valor sentimental para mí. Son pa mi nomás. No las vendo".
7) Raly Barrionuevo estuvo muy bien. Le pegó de punta. Dos guitarras, bajo y percusión. Folclore más santiagueño que el mistol y la compañía de Koki y Pajarín Saavedra, dos monstruos de la danza. Buen show. A veces la originalidad es hacer lo que se espera de uno, ¿no?
8) Capitán Sarmiento es un pueblo incómodo. Viven 12 mil personas, pero las cosas no quedan cerca. El ferrocarril lo dividió. De un lado, hay un club; del otro lado, otro. El centro cívico y el comercial están separados por unas 12 cuadras. No hay taxis ni colectivos. Mucha motito. Mucha bici.
9) Dormí y me bañé en una escuela, un internado. El pueblo no tiene hoteles. En mi cama,en el colchón que me tiré, había un papel que pedía la incorporación de un chico, que tenía antecedentes violentos. Me quedé con la duda si lo habrán aceptado. Había una carta de la madre que decía que era arisco, pero en el fondo "un chico de lo más bien". Yo le creo a la madre.
10) Angélica Palavecino fue nuestra guía turística. Propondrá que el año próximo se elimine el término "city tour" porque no hay ningún motivo para usar la frase en inglés. Ella misma armó el paseo. Preguntó a los vecinos la historia de los edificios, del ferrocarril, de la fundación del pueblo, de los cines y de los bancos. En un pueblo en el que no pasó mucho, salvo la vida de Juárez Celman, la mina creó el turismo. No es poca cosa.